martes, 21 de enero de 2014

... ACTUALIZANDO...


  GREGUERIAS:

 
                   El sombrero es la forma más cómoda de meter la cabeza dentro de un agujero.

 
                                                   Las gafas sirven para ver a quien las lleva.

                                              
                                               El tigre es una cebra que se ha comido un león.

 
                 El paraguas es un paracaídas al que cuando hace buen tiempo le gusta jugar al golf.

 
                               La quisquilla es la avispa del mar. La avispa es la quisquilla del aire.

ACTUALIZANDO...

Me he propuesto a mi mismo actualizar con más regularidad, aunque por ahora será actualizar con material antiguo (paradójicamente), ya que tengo algunos textos escritos durante el tiempo que llevo sin pasarme por el blog e incluso material anterior, que considero que mantienen un mínimo de calidad y que quiero compartir con vosotros.
Los micro-relatos que tenéis a continuación son de primavera de 2011 y los escribí para un concurso creado por RENFE: El tren: El viaje; origen y destino. La dificultad o reto, consistía en que no debían superar un mínimo de palabras, no recuerdo exactamente cuántas aunque están todos al límite, lo que me encantó pero a su vez me dio algún que otro quebradero de cabeza. Sólo se podía presentar un relato y yo presente: “El último tren”, el cual me parecía el más flojo de los cuatro pero a su vez el más comercial, tratándose de un concurso de relatos sobre trenes, patrocinado por una empresa dedicada al negocio de transporte de personas y cosas…, curiosamente cuando salió la lista de los relatos finalistas prácticamente todos eran bastante más macabros, duros u oscuros, que los que yo deseché. Pero desde luego la experiencia me gustó y mereció la pena.
Espero que os gusten y los disfrutéis al menos la mitad de lo que disfrute yo creándolos. :D

El tren: El viaje; origen y destino.

Escucha las palabras:

Jin-wu caminaba impaciente por el andén con su maleta y su ramo de rosas cuando vio al anciano adivino. Se acercó y tras pagarle esperó sus augurios:
-Eres un joven virtuoso…
Un silbato silencio sus palabras.
-Deprisa-urgió Jin-wu.
-Paciencia muchacho, hay otros trenes.
Arrojó las piedras sobre el suelo y las interpretó.
-En tú viaje el tren sufrirá daños pero llegarás a tú destino y allí encontrarás gente que te ama.
Jin-wu sonrió pensando en Son-wey y subió al tren. Más tarde descarrilaría y entre los supervivientes no estaría Jin-wu pero el viejo no se equivocaba.

Vía 2:

Caminaba tras el revisor desde el último vagón hacia el primero. En los vagones, silenciosa, le observaba la gente que había significado algo en su vida. Desde su vejez, hasta su infancia en el primero.
El tren se detuvo y bajo junto a su revisor.
-¿Porqué me haces recordar toda mi vida?
-Para que puedas olvidarla- le contestó.
-¿Estoy muerto?, ¿esto es el final?
-Estas muerto. Pero esto no es el final. Vamos.
El hombre le siguió obediente hacia el tren que hacía su entrada por la vía 2.

El último tren:

Llegó hasta su andén cuando el tren ya se alejaba. Un revisor le ordenó detenerse.
-¡He de coger ese tren!- le explicó.
-Lo siento, es demasiado tarde.
-María- murmuró.
-¿Se refiere a una chica morena de ojos azules?
-Sí- respondió emocionado-¿le dejó algún mensaje?
-No, si tenía algún mensaje se lo guardo para ella- dijo el revisor lacónicamente-Aunque quizá pueda dárselo ella misma.
Agregó, señalando a una joven que les observaba sonriente tras una columna. Corrió hacia ella y se abrazaron. Habían perdido ese tren, pero había otros muchos.

…:

El joven se sentó frente al andén junto a un anciano y comenzó a tamborilear su maleta con los dedos. -¿Nervioso?- le preguntó el anciano.
-Siempre que viajo.
-No deberías. Partir y llegar siempre es hermoso.
El joven guardó silencio y su tren entró a la estación.
-¿Necesita ayuda?
-No- respondió el anciano-, solo espero a alguien.
El joven tras despedirse subió al tren y miró por la ventanilla sin ver al anciano. Cerca del banco la gente se agolpaba alrededor de un hombre recién bajado del tren que yacía mientras un hombre negaba con la cabeza mientras le tomaba el pulso.