martes, 18 de mayo de 2010

HIPERBREVES

Año 2.056.

Marcos, visiblemente afectado, habla por teléfono desde el salón con los del servicio técnico, mientras el humo negro y los sollozos aún salen desde la cocina.
La cafetera llora desconsolada, la lavadora y el horno guardan silencio y el microondas murmura algo incomprensible. Tan solo la nevera con su frío carácter es capaz de decir algo:
-Era tan alegre... Con tan solo tres años. Una rebanada de pan que se atasca y se acabó.
Dice con tristeza, a lo que el horno agrega lacónicamente:
-No somos nada.



Bajo el mar.

-¡No me hagas daño! -gritó el erizo de mar antes de que el bañista le pisara accidentalmente.




domingo, 16 de mayo de 2010

CARTEL PARA EXPOSICION: MUJER GITANA-OTRA MIRADA (SECRETARIADO GITANO)


Este es el cartel de la exposición fotográfica que me encargaron para la semana del 8 de marzo de 2010 (día de la mujer trabajadora).
La Fundación Secretariado Gitano de Burgos me ofreció la posibilidad de realizar una exposición ,haciendo 20 fotografías de diferentes mujeres gitanas trabajando. Aunque tuvimos que hacerlas en tres días y bastante apresurados, el resultado quedó bastante bien. Las fotos estuvieron expuestas en un local de Burgos, de la Concejalía de la Mujer durante una semana.
Ahora mismo las fotografías están en Madrid. La Fundación Secretariado Gitano las está digitalizando y creo que en breve se expondrán de nuevo en su sede de Madrid y en algún otro lugar de la capital.

jueves, 13 de mayo de 2010

MICRORRELATO

LA INOCENCIA PERDIDA.

El niño se hallaba triste y solo, perdido en el bosque. Comenzaba a anochecer.
En un primer momento le había parecido que tras la discusión con su madre lo correcto era huir, pero ahora mientras oscurecía, empezaba a arrepentirse de haberse marchado así. Pensó en su madre preocupada por él. Probablemente buscándole por el bosque junto a su hermano, y le entraron ganas de llorar. Fue entonces cuando tras una gran roca, cerca de unos árboles, encontró al dragón.
-Hola... ¿Eres un dragón de verdad?
-¿Los hay de mentiras?- le respondió el dragón con una voz grave y profunda, mientras se incorporaba hasta casi los cuatro metros de altura.
-¡No me lo puedo creer!- exclamó el niño con alegría, olvidándose del frío, el cansancio y de su preocupada madre.- ¡Es mi día de suerte!
-¿Si?- preguntó el dragón incrédulo.- Pues mi día ha sido un desastre. Cuando volaba atravesando la tormenta, un enorme rayo fue a darme en la cola, lo que me hizo caer en este bosque y no tengo ni idea de donde estoy.
-¿Volabas?, ¡Que pasada!
-Si, volaba. Eso es lo que hacemos los dragones -y tras una pausa añadió.- Volar y comer niños.
Y abriendo sus enormes fauces, el dragón se tragó al niño sin masticarlo siquiera.

martes, 4 de mayo de 2010

MICRORRELATOS

El Fin.


Caminamos por el parque agarrados de la mano. Desde hace tiempo algo no va bien. Ella me mira. Está preciosa. Y lo veo en sus ojos llenos de tristeza y melancolía.

-Creo que esto se acabó.- Me dice.

Las lágrimas asoman en sus ojos y se que tiene razón.

De los dos yo era el optimista pero reconozco algo cuando lo veo. Por mucho que me duela esto ha terminado. Nos sentamos en la hierba y nos abrazamos. El último abrazo. A nuestro alrededor multitud de parejas hacen lo mismo. Miramos al cielo. Está en llamas. Los meteoritos ya han entrado en la atmósfera. Esto es el fin.


La más bella historia de amor.


La policía ya ha llegado y me observan desde el suelo. Por el sonido de las sirenas los bomberos no tardarán mucho en llegar. He de darme prisa.

Dicen que al borde de la muerte ves pasar tu vida entera en un segundo, pero yo aquí arriba, subido a la azotea, lo único que recuerdo son los tres últimos años. Los que pasé con ella. Todo fue tan hermoso. Desde la primera vez que la vi. Un flechazo, y después la felicidad. Tres años en los que mi amor por ella tan solo creció, cada día que pasaba la amaba más que el anterior. Era mi amiga, mi confidente, mi corazón. Lo era todo para mí. Estaba a punto de pedirle que se casase conmigo, pero el destino es caprichoso y parece que las cosas más hermosas deben ser breves. Mi amor, y mi alma con ella me abandonaron aquí, solo en la tierra. Murió. Y yo se que no puedo vivir sin ella. Por eso estoy aquí arriba a punto de saltar para reunirme con ella.

Los bomberos ya han llegado. He de darme prisa. Cada vez hay más curiosos reunidos ahí abajo y entre la multitud reconozco a la madre de mi tesoro. Llora mientras su marido la abraza. Los dos me miran. Desde aquí arriba no les oigo bien pero gritan algo. "¡Asesino!", creo escuchar, "¡Salta cabrón!, oigo a alguien más. Infelices. Ellos no lo entienden. Salto. Quiso dejarme y yo no quería. La maté porque era mía...