lunes, 21 de febrero de 2011

MICRORRELATO

Extracción.


El anestesista conectó los tubos al paciente, mientras la enfermera le explicaba a la becaria como se iva a desarrollar el proceso. El cirujano se puso los guantes y se situó tras la cabeza del paciente, que ya comenzaba a dormirse. Conectó la maquina que introduciría los nano-agentes en el cerebro del paciente y se colocó las gafas.

-Bien -dijo- ¿Eran los ultimos tres años?

-Si.

Le contestó la enfermera mirando la ficha del paciente, para después dirigirse a la becaria en un tono más bajo.

-El hombre perdió a su mujer y a su hijo de dos años hará cosa de seis meses en un accidente de tráfico. Llevaban juntos tres años, y no puede aguantar el dolor.

-Es muy triste -susurró la muchacha-, pero creo que yo no lo haría. Borrar todo lo vivído con ellos... lo malo pero tambien lo bueno...

-Por favor -las interrumpió el cirujano-, un poco de silencio que empiezo con lo más delicado.

Los nano-agentes empezaron a actuar mientras el cirujano los dirigía con sus guantes a través de sus gafas virtuales, y de los ojos cerrados del paciente empezaron a brotar lágrimas mientras comenzaba el proceso de extracción.

-Está llorando -musitó la becaria emocionada.

-Dicen que es un efecto secundario de la anestesia -le contestó la enfermera-, aunque yo nunca lo he creído.