jueves, 13 de mayo de 2010

MICRORRELATO

LA INOCENCIA PERDIDA.

El niño se hallaba triste y solo, perdido en el bosque. Comenzaba a anochecer.
En un primer momento le había parecido que tras la discusión con su madre lo correcto era huir, pero ahora mientras oscurecía, empezaba a arrepentirse de haberse marchado así. Pensó en su madre preocupada por él. Probablemente buscándole por el bosque junto a su hermano, y le entraron ganas de llorar. Fue entonces cuando tras una gran roca, cerca de unos árboles, encontró al dragón.
-Hola... ¿Eres un dragón de verdad?
-¿Los hay de mentiras?- le respondió el dragón con una voz grave y profunda, mientras se incorporaba hasta casi los cuatro metros de altura.
-¡No me lo puedo creer!- exclamó el niño con alegría, olvidándose del frío, el cansancio y de su preocupada madre.- ¡Es mi día de suerte!
-¿Si?- preguntó el dragón incrédulo.- Pues mi día ha sido un desastre. Cuando volaba atravesando la tormenta, un enorme rayo fue a darme en la cola, lo que me hizo caer en este bosque y no tengo ni idea de donde estoy.
-¿Volabas?, ¡Que pasada!
-Si, volaba. Eso es lo que hacemos los dragones -y tras una pausa añadió.- Volar y comer niños.
Y abriendo sus enormes fauces, el dragón se tragó al niño sin masticarlo siquiera.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Aunque es un relato muy oscuro, me sirvió de "inspiración" o mejor dicho de prologo, para otro algo más extenso y sin duda más positivo que espero tener pronto terminado.
    Espero que os gusten ambos.

    ResponderEliminar
  3. Puff...tremendo. Me ha parecido extraordinario, inocente y a la vez algo malévolo. Tiene un final un poco violento, aunque no creo que sea esa la palabra, pero al terminarlo de leer, me ha producido una gran sonrisa. Simplemente, me ha encantado. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar